domingo, 14 de noviembre de 2010

2° Reporte de lectura

2° Reporte de Lectura Memorias de una
superviviente


La necesidad de comprarle nueva ropa a Emily era necesaria, a lo que
ella se ofreció, sin embargo tenía dos pieles de borrego por lo que tomo la
decisión de hacer su propia ropa por lo que tuvo que ir a comprar agujas, hilo
y otros aditamentos, además utilizó tela que ella ya no utilizaba, por lo que
fue formando su propia ropa. Una vez desperdicio tela por lo que le pidió
dinero, pero con cierta cautela, ella se lo concedió.


Fue a bazar de ropa de segunda mano hay compro varias prendas. Además su
cuerpo se estaba desfigurando prácticamente se la pasaba comiendo ya sea pan y
pan, o patatas principalmente, por lo que le hacían ver un aspecto grotesco y
gordo muy mal para una niña de su edad. Salía con los chicos y se la pasaban
burlándose de ella, a lo que tomo medidas y cambio drásticamente, no comía en
exceso o nada a lo que le hizo recuperar esa forma esbelta del principio.


Las bandas de jóvenes o tribus que formaban, ahora se le añadían grupos
de gente mayor, o de edad indistinta, habían llegado a tan solo una cuadra del
apartamento donde vivía ella y Emily, Emily decidida fue, ella y el animal
horrible Hugo solo miraban por la ventana como Emily se divertía y fumaba con
toda esa gente esparcida, llegaba muy noche.


En esos días ella decidió entrar a esos largos pasillos y cuartos, entro
y el desorden se hacia evidente, pero sin embargo los limpio y hasta tuvo la
cierta bondad de pintarlos de un color blanco. Entró a un cuarto que era todo
lo contario, bien arreglado se encontró con la misma familia de aquella
ocasión, la niña sentada agarrándose de un barrote soportando cualquier
cantidad de criticas por esa dama alta, de muy buen aspecto que solo se fijaban
en aquel niño que de unos tres años, muy gordo por cierto.


En los días siguientes Emily decidió llevarse consigo a esa reunión de
gente a su animal Hugo, el animal presentaba signos de un evidente temor de ir
con Emily, pero a fin de cuentas Emily tomo al perro con cara de gato, al
llegar ahí, Hugo, parecía desconcertado y muy tembloroso, Emily solo le
acariciaba la cabeza, además al perro se le escurrían lagrimas sobre los ojos.


Al llegar al apartamento los dos regresaron con temor y Hugo se sentó a
un lado de ella,  lo consoló y Emily en
esta ocasión se notaba arrepentida de su acto. Como muestra de perdón, fue a lo
que nunca hacia, comprar provisiones, las noticias en esa época no seguían para
nada muy alentadoras y además se esperaba un invierno crudo, por lo que Emily
tomo la iniciativa de ir por alimentos y otros menesteres.


Regreso muy tarde y además muy cansada, era exhausto caminar por casi
toda la ciudad, buscando tiendas, las que seguían vendiendo sus productos. En
los días siguientes Emily siguió yendo a ese grupo de gente pero esta ves dos
personas se escuchaban por el pasillo diciendo: - Aquí es, aquí es, aquí esta
ese perro de la niña, hoy comeremos perro, por lo que tocaron a la puerta del
apartamento, ella salió y dijo que era de las pocas personas que seguían en su
hogar, Hugo denotaba una aspecto nervioso, rasguñaba el piso de madera con una
gran fuerza, impregnando sus garras, se fueron esas personas, ella consoló  a Hugo, en el departamento no se encontraba
Emily ¿Qué pasara con el ser más querido por Emily?...                                    

jueves, 11 de noviembre de 2010

MEMORIAS DE UNA SOBREVIVIENTE 1° REPORTE

En este libro la autora comienza con la introducción de su historia y nos comenta como eran las cosas, la época de desequilibrio que se vivía en esos momentos, nos abre un preámbulo de el desastre que había en esa época que le toco vivir, trata de recordar como era el pasado. La historia empieza en donde vive, un edificio relativamente de una buena apariencia, en comparación con los otros, dice que tenía flores artificiales, pero bonitas con un pasillo largo, ella habita en el inicio del pasillo, a su lado vivía el profesor White y además una familia que según ella cría que provenía de Kenya.    
Su casa de la protagonista era de gran pared, era echa por interés privado y no del gobierno, eso explicaba lo más o menos que estaban aquellas casas. Pero eso no quitaba lo incomodo que eran esas casas, en la que vivía ella se podían oír las conversaciones del profesor White con su esposa, además como también estaba a un lado de el pasillo principal se oían como pasaba la gente que caminaba y charlaba por ahí. En el edificio, en un departamento sirvió como ayuda a las pandillas migratorias se les recibía, por lo que lo que alguna vez habita una familia de cuatro personas ahora más de doce. Lo que se prestaba al adulterio, adolescentes seduciendo a señores  que les duplicaban la edad.
Los momentos que se vivían eran muy críticos lo que pasaba en las noticias y diario era el auge del desastre, pero lo que se menciona por los gobernadores o de carácter oficial era información falsa, incluso era más creíble lo que se rumoraba entre la gente según nos cuenta la autora. La ciudad en pleno caos sabía la gente que tenía que irse y pronto, pero incluso teniendo esta información, en los municipios y el gobierno prácticamente se negaban a desalojar, ella decía que también los que habitaban el edificio tendrían que muy pronto marcharse a algún otro lado pero por ahora no.
Ella tomo sus precauciones, fue al supermercado a alcanzar la poca comida que quedaba. En su estaba una pared, que la describe de tal forma, que era única, diferente a las demás de su hogar, donde el sol que la alumbraba era resplandeciente, se marcaban dibujos de flores, entonces sucedió algo inesperado la pared se abrió, por lo que entró, vio muchos cuartos deshabitados, con mucha suciedad, polvo e incluso moscas muertas. Pero tenía la sensación de que alguien que nada más reflejaba su cara estaba ahí vigilándola, siguió su camino y vio un señor con un mono pintando su pared de un color blanco. En los siguientes días decidió entrar nuevamente eran los mismos cuartos, checo los muebles, parecía muebles muy viejos, donde vivía gente muy elegante pero del siglo XVIII, ella decidió hacer limpieza de todo, en ese lugar incluso había restos de sangre y cuerpos, pensó arreglar todo – Al fin que no se iban a molestar los dueños, no había porque era la limpieza de su hogar.               
Al día siguiente se informaron que grupos de vándalos y jóvenes que formaban pandillas en gran número se unían para poder sobrevivir y saquear las casas que estaban deshabitadas, para su suerte en el edificio que vivía todavía había un ambiente tranquilo, no se acercaban esa clase de vándalo. En la televisión se prohibía la información sobre lo que pasaba en la ciudad y en el mundo, según decían por lo fuerte y degradantes que eran las imágenes o quizá por ocultar la millones y millones de muertes que se registraban.
Para su sorpresa un día un señor completamente desconocido se acerco al departamento, en sus manos una niña de corta edad como de unos 12 años, el hombre dijo a ella: “Tome está niña, ahora se hará cargo de ella, por favor”, solo le dijo que se llamaba Emily. El hombre salió corriendo muy de prisa, ella pasó a la niña al departamento, la mujer se asomo por la ventana, en ella veía a algunos niños jugando, algunos hombres pero no aquel que dejó a la niña. La niña lucia un gran aspecto, con unos ojos obscuros brillantes y con gran seriedad.
Se sentó en el sofá, ella intento charlar con ella, sin conseguir su objetivo. Así que le menciono te cuidare, le mostro el cuarto donde se iba a quedar, era el cuarto especial para huéspedes muy pequeño, en donde ella lo utilizaba solo para guardar algunos objetos; pero la niña menciono: - Es perfecto. Le prometo que seré obediente y ordenada no se preocupe por eso. Así se quedaron un buen rato, por lo que ella salió, dejó adentró a la niña por un largo tiempo, y miró tras la ventana. Después de un gran rato la niña salió y dijo: Gracias por recibirme en tu casa a mí y a Hugo (Hugo era su animal, poseía un gran cuerpo de color amarillento, un raro y muy feo animal), la niña comentó que ella ni Hugo habían comido. Por lo que ella salió de prisa a hacer que nunca se imagino hacer “Buscar comida para un perro que parecía un gato”.
Después de buscar por varias calles encontró una tienda compró varias latas e comida para perro y también comida para ellas, regresó a su casa sigilosamente ya que no quería que nadie la vigilara y se dieran cuenta donde habitaba, todo ello por su propia seguridad. Al entrar a su casa encontró en su sofá roto a la niña durmiendo con el perro, después al despertar procedió a darles de comer. Pero vio en su maleta que en ella contenía varios vestidos muy bonitos y bien dobladitos.
Pasaron algunos días ella entro a su cuarto estaba bien arreglado, lo único que estaba mal era su cama que estaba destendida y desarreglada, pero no se lo recrimino sabía que era una gran niña. En las mañanas se levantaba y preparaba el desayuno, ella nada más se sentaba a esperar lo que hiciera la niña llamada Emily y a un lado sentado en un banco el perro Hugo, los dos esperando la comida. Al terminar de desayunar Emily recogía la vajilla y se ponía a lavarla diciendo: No se preocupe a mí me encanta hacer el quehacer del hogar usted tranquila.
Después se mantenían dormidos Hugo y Emily en el sofá. Ella en estos dos días que ha estado Emily en el hogar, había tenido buenos sentimientos sobre ella, le lavaba y le planchaba su ropa.  Un día el profesor White salió del vestíbulo, con su mirada de militar, vigilando quien pasaba, era un hombre delgado además muy joven para ya ser maestro, en ese instante se encontró a alguien y grito ¿Quién va por ahí? ¡Si! era Emily mientras lo observaba con una sonrisa agria. Ella se puso a platicar por lo sucedido con Emily, empezó a decir sus ocurrencias sobre el profesor White, ella quería seguir escuchando todo eso que decía la niña.
Conocía Emily a Jane White, la hija del profesor, la cual lo llamaba conejo blanco. Emily decía que jane iba a ser difícil que encontrara a un hombre como  a su papá. La niña era hija de papá. Ella le insinuó que podría haber una amistad entre Jane y Emily a lo que fue su respuesta: ¿Quien? ¿Ella y yo? Era de suponerse hay se pasaba la mayor parte de el día en un sillón. Además lo comentarios que hacia que eran malévolos o tolerantes hacían que los muchachos se asomaran a ver por la ventana quien era aquella que mencionaba ese tipo de cosas. Era muy terrible al momento de expresar sus críticas sobre algo o alguien, simplemente era ese tipo de muchacha lista que no se le podía engañar por ninguna razón, a la que ninguna persona podía convencer de algo inexistente.
Ella en alguna ocasión le sugirió que fuera a alguna escuela a lo que le respondió ¿Para que? Las escuelas estaban cerradas a la tentativa de enseñar y además son centros de problemas. En cambio la chica Jane White iba a una de  esas escuelas privilegiadas donde todavía asistían que estaban mejor económicamente.
Pero un día los grupos pandilleros ¡si! se acercaron al edificio donde habitaban, las dos contemplaron los desastres que había por la ventana que incluso tenía restos de cuerpos y sangre derramada. El olor era de carne, no se sabía si era carne humana o de perro, gato era imposible adivinar. Pero Emily se unió a los grupos pandilleros, ella solo la observaba por la ventana, pero para su sorpresa regreso Emily al departamento con casi lágrimas en los ojos muy asustada, recogió a Hugo y se sentó en el sofá. Emily dijo con ironía que los adolescentes eran muy divertidos. Al día siguiente ella decidió unirse a ese grupo también junto con Emily, no había de otra, era la oportunidad de salvaguardarse, ella dejó a Emily sola, solamente la vigilaba por lapsos, le parecía que era lo sagaz como para cuidarse.
Así pasaron los días el grupo (la pandilla), seguía en las afueras del edificio, y Emily seguía en ese grupo, pero en ocasiones regresaba muy borracha al hogar e incluso le menciono que estuvo a punto de perder la virginidad. A lo que ella le entró cierta incertidumbre sobre la responsabilidad que tenía al cuidado de ella, una responsabilidad que era muy grande, e incluso se preguntaba que iba a hacer con ella cuando tengan que emigrar a algún otro lugar para cuidar sus vidas. A lo que ella decidió que era tiempo de visitar nuevamente esa misma pared, entró pero a hora las imágenes eran muy distintas, se veía una niña sentada sobre una escalera, pero en una cuna, un niño y a su lado, la que parecía su cuidadora, ella empezó a alzarlo con los dos brazos hacía arriba, de repente entró otra señora que tenía el aspecto de su madre, y dijo: - Dame a mi hijo por favor. A lo que la otra señora le contesto: - este no es su hijo, su hija es ella “Emily” la niña que esta sentada ahí.
Hizo un gesto desagradable se acercó a la niña y de dijo: - Vete a dormir. Pero a secas, la corrió a su cama. Al niño se lo llevaron al cuarto siguiente, ahí se oía la voz de un hombre, probablemente era la voz de su padre, pero parecía un ritual para que se durmiera el niño y Emily ni siquiera podía darle un beso de buenas noches a su padre.
Ella imaginaba que era la vida de Emily cuando era pequeña, algo desagradable. Al día siguiente entro en ella el gran dilemas, no sabía si preguntarle como fue su vida cuando era pequeña, incluso ella le tenía miedo a Emily y como no con esa actitud tan desafiante que tenía y tan propia que le caracterizaba, además le comento que tenía que usar unas nuevas prendas y se ofreció a comprarlas a lo que Emily contesto: - Que apoco me veo fea con la ropa que traigo. – Ella le contesto: - Claro que solo que tienes que usar ropa nueva esa te queda ya muy corta estas creciendo. Y así continuaron con la plática…